El Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla, Fibes, acoge la última edición del Mining and Minerals Hall Seville, avanzando así en el impulso de la modernización y transformación económica y social de la región
¿Te has preguntado de qué están hechos los componentes de tu teléfono móvil? ¿Y el ordenador desde el que trabajas?, ¿o el autobús o el tranvía que coges, cada día, para ir a la oficina?, o ¿los juguetes con los que entretienes a tus hijos o a tus sobrinos cuando acaba tu jornada laboral? Pasamos poco tiempo analizando qué hay detrás de buena parte de los utensilios y dispositivos que usamos a diario, pero la realidad es que, por mucho que te sorprenda, todos ellos tienen un origen y ese origen depende en buena medida de un solo sector: el de la minería.
La minería es la industria que proporciona las materias primas básicas sobre las que se construye el mundo tal y como lo conocemos. De ella depende directamente que tengas un teléfono que pueda funcionar sin estar enchufado a la corriente, pero también que la energía para cargar su batería llegue a tu casa o que el agricultor pueda producir, recoger y distribuir los alimentos que van a llenar tu nevera.
O lo que es lo mismo: el 45% de la economía mundial está impulsada, directa o indirectamente, por este sector.
Ahora bien, ese significativo peso en la economía global y también en nuestro día a día determina, a su vez, el tamaño de los desafíos que el sector minero debe afrontar en un momento como el actual, como son el contexto geopolítico (caso de la guerra de Ucrania) o el impacto de su actividad sobre el medio ambiente o las comunidades locales.
Esos retos son, por decirlo de algún modo, la cruz de la moneda.
¿Cuál es la cara?
Que las prioridades del sector minero ya están cambiando.
Así lo confirma, por ejemplo, el Global Mining Outlook 2022 de KPMG. Según este análisis, el 72% de los profesionales del sector cree que la verdadera transformación de la minería se producirá a raíz de la implementación generalizada de los nuevos estándares de gobernanza y de impacto medioambiental y social (ESG, por sus siglas en inglés). De hecho, el 84% asegura que, a largo plazo, el éxito en el sector dejará de medirse solo en términos económicos.
Aunque hay más…
La industria minera no solo tiene por delante el desafío de reducir su impacto negativo sobre el medio ambiente, sino que puede convertirse en un agente fundamental y proactivo en el proceso de transición digital y ecológica en el que estamos inmersos.
¿Te habías planteado alguna vez que nuestra capacidad para generar energía más limpia dependerá de nuestro potencial de acceso a nuevos y más eficientes materiales?
El litio, el cobalto, el níquel y el grafito son esenciales para crear baterías; del cobre y el aluminio dependemos para transportarla; y materias primas como la silicona o el uranio son fundamentales para la generación de energía solar, eólica o nuclear. Llevándolo a la práctica, la producción de un coche eléctrico requiere cinco veces más minerales que crear un coche convencional, y la generación de energía eólica precisa de ocho veces los minerales de la de gas tradicional.
La transición hacia el futuro de emisiones cero al que aspiramos necesita, por tanto, de un sector minero moderno, innovador y digitalizado. La propia Unión Europea lo considera esencial para conseguir los objetivos de su European Green Deal y destaca su potencial para el desarrollo de tecnologías, productos y servicios más sostenibles.
En este sentido, el Green Deal establece tres grandes objetivos para el sector minero que pasan por mejorar el impacto ambiental de la actividad minera tanto dentro como fuera de la UE, asegurar el suministro de materias primas para industrias europeas críticas (como la de las baterías), reduciendo así nuestra dependencia de otros países como China, y avanzar en la transformación tecnológica del sector y el desarrollo de propuestas de economía circular para metales y minerales.
Vivimos tiempos de cambios que están obligando a reinventar prácticamente todos los sectores de actividad. La única diferencia es que la minería alberga el potencial de convertirse en verdadero motor de transformación económica y social. Desde Fibes, nos alegra poder contribuir a ese fin convirtiéndonos en sede de un evento como el Mining and Minerals Hall Seville 2022.
Porque el futuro lo construimos entre todos.
